Se acabaron las Navidades...¡Oooohhhh!... Comienza el año nuevo y poco a poco hay que volver al ritmo normal, pero con mucha alegría y entusiasmo, así que... ¡a por ello!
Hace un mesecillo estuve en la Feria del DIY que ¡me encantó! Se
celebró en el parking del hotel Puerta de América de Madrid por eso hoy la
entrada va de parkings, ¿de qué?, no puede ser, esta chica se ha vuelto
loca...¿pero que tienen de singular un parking si son todos iguales?
Pero es que sólo hay que ver los parkings diseñados por la arquitecta Teresa Sapey para saber que esto no es así.
Tuve la suerte de conocerla hace un par de años en una charla en el Colegio
de Aparejadores de Madrid y es una mujer fascinante, original, con una
personalidad única y que desprende una gran pasión por la arquitectura y el
diseño. Tiene un talento increíble pues, convertir un espacio tan gris en un
concepto totalmente innovador, es digno de gran admiración.
Con uno de los empleados de su estudio visitamos el parking del Hotel
Puerta de América. En el díseño de este hotel participaron grandes arquitectos
Noman Foser, Zaha Hadid, Jean Nouvel... cada uno tenía asignada una planta
completa para plasmar todo su talento. Y a Teresa Sapey le correspondió la
planta del parking. Pero lejos de proyectar un parking al uso, tal y como ella
misma nos dijo, quiso hacer algo atípico, algo nunca visto en este tipo de
establecimientos que no dejara indiferente a nadie y que fuera una planta más
que admirar en el Hotel.
Se podría decir que el color es uno de los grandes protagonistas. Se
abandona la típica tonalidad gris para dar paso a todo un arco iris de color.
El suelo, paredes y techo de las plazas de aparcamiento van cambiando gradualmente de color creando un genial juego cromático.
Otra de las estrellas de este concepto es el grafismo. Teresay Sapey
apuesta por una señalítica extra grande para indicar las plazas de minusválidos
o las puertas de salida. Son enormes letras y logos (siluetas de mujeres con
carritos, ciervos...) compuestas por fragmentos del poema Liberté de Paul Éluard. Pero no sólo trata de adaptar la parte funcional a este grafismo si
no transmitir emociones a todo aquel que este en este espacio.
Otra de las virtudes por las que destaca este parking es su luminusidad. No
es el típico aparcamiento oscuro y sucio en el que pasas un miedo terrible si
te quedas sola. Es un espacio tremendamente luminoso con zonas en las que los
fluorescentes se disponen en orden y otras zonas en los que juegan al
descontrol.
En definitiva un espacio exclusivo, lleno de color, luz y energía que
merece la pena visitar pues es probable que no te encuentres nada igual.
Os dejo también fotos de algunos de los aparcamientos que Teresa Sapey ha
realizado tras el pionero.
¿Qué os parece? ¿Habéis visto algún parking así?
Increíble como hay personas que pueden tener tanta imaginación para convertir algo tan vació y austero, en algo con tanto color y tanta vida. Me ha gustado mucho la entrada de esta semana, es algo de lo que nunca me hubiera imaginado que se podía hablar.
ResponderEliminarPor cierto Feliz Año.